8M en el Estado en México: cómo descentralizar al feminismo

mar2020

A la fecha, mil 785 mujeres han desaparecido en el Estado de México. Según información del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas, por lo que en octubre de 2019 la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim),declaró la segunda Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres en la entidad federativa; la primera se decretó en julio de 2015 debido a las altas cifras de feminicidios. A pesar de a las dos alertas de Violencia de Género en Edomex, familiares de mujeres, adolescentes y niñas desaparecidas señalan la ineficiencia de la policía municipal.

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“Hace un mes y 10 días que se la llevaron de la puerta de la casa. Las autoridades dicen que se fue por su propia cuenta y que no pueden hacer absolutamente nada, que tenemos que esperar”, afirma la hermana de Dulce Gabriela Flores Suárez de 17 años quien desapareció el 27 de enero en la colonia Las Águilas de Ciudad Nezahualcóyotl.

Ese “calvario” que describe la familia Flores Suárez también lo sufre la familia de Karol Guadalupe y Evelin Marisol, adolescentes que desaparecieron hace tres años en el municipio de Chimalhuacán, y es el mismo que viven muchas otras mujeres del Estado de México (y el país) día a día debido a la falta de perspectiva de género de las autoridades.

Uno de los principales motivos por los que el 8 de marzo de 2020 alrededor de 500 mujeres provenientes de Neza, Iztapalapa, Chimalhuacán, Ixtapaluca, Chalco y Ciudad de México se reunieron en la Glorieta del Coyote Rojo de Ciudad Nezahualcóyotl.

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Feministas radicales escribieron consignas y pegaron carteles de desaparecidas en la estructura de metal roja; mientras que otra mujer escaló la estatua de Nezahualcóyotl para colocarle un pañuelo verde y otro morado. La manifestación inició oficialmente a las 11:00 horas, con una Ceremonia Tlalmanalli. Posteriormente, encabezada por familiares de víctimas de feminicidios y desaparecidas, partió hacia la Antimonumenta de Neza que se encuentra frente al Palacio Municipal.

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La marcha estuvo resguardada por policías varones a bordo de moto patrullas, pero eso no intimidó a las feministas radicales que se apropiaron de los espacios públicos realizando pintas y colocando carteles en jardineras, banquetas y bancas, así como en la estación del Mexibús, Adolfo López Mateos de la línea 3 y el Palacio Municipal. Sin embargo, también rayaron las paredes de la Notaria 42 y el Famsa que se encuentra sobre la avenida Chimalhuacán: “No es violencia, es autodefensa”, gritaban las mujeres encapuchadas.

Desde las azoteas y ventanas de las casas ubicadas sobre la avenida López Mateos, algunas personas demostraron su apoyo a las manifestantes. La marcha sorprendió a los vecinos de la localidad debido a que en ocasiones anteriores la convocatoria era escasa. Incluso, en noviembre del 2019 durante las protestas del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, las feministas de la periferia indicaron la necesidad e importancia de llevar la lucha a espacios menos mediáticos.

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Zonas en las que las mujeres se hacen más de una hora para llegar a sus trabajos o escuelas; donde las mujeres y niñas desaparecen en las puertas de sus casas, escuelas o de camino a la tienda; en donde subirse a una combi podría significar no volver a bajarse de ella, pero deben utilizarla para transportarse, y existen toques de queda implícitos por la violencia que azota a sus comunidades.

“Juan Hugo escucha, las mujeres no se callan. Eres un feminicida y lo decimos en tu cara”, vociferaban frente al Ayuntamiento.

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A un costado de la Antimonumenta, la Colectiva Vivas en la Memoria, colgó un tendedero bordado a mano en el que se podían leer casos de feminicidios y familiares de desaparecidas tomaron el micrófono.

“En uno de los domicilios en donde se le vio por última vez su mamá se percató que dentro del inmueble se encuentra parte de la ropa que ella vestía el día que desapareció. Hasta el momento, siete días después de su desaparición, las autoridades no han podido generar una ficha de cateo para entrar al lugar. Nos ponen muchas trabas en la investigación, nos dicen que probablemente tenía una relación con la persona que vive ahí y que no pueden hacer nada por el momento. Así nos han tenido durante siete días que podrían ser vitales para la vida de mi sobrina”, asegura Ángeles tía de Nahomi Sarahi Romero Hernández de 15 años quien desapareció el 1 de marzo del 2020 en la colonia Ermita Zaragoza, alcaldía Iztapalapa.

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Las colectivas de la zona oriente del Estado de México aseveraron que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador —así como el de Juan Hugo de la Rosa y Alfredo Del Mazo— no tiene perspectiva de género ni voluntad política para hacer frente a la violencia contra las mujeres.

“Es necesario hacer una deconstrucción de las instituciones y de los sistemas jurídico, legislativo y judicial para que los funcionarios y las funcionarias reconozcan estos estereotipos culturales y prejuicios que impiden que realicen su trabajo de manera objetiva para garantizar el acceso de todas las mujeres a la justicia, no solo hablamos de cuando denunciamos sino también de acceder a los derechos básicos para erradicar la violencia feminicidio porque la desaparición y el feminicidio deben entenderse como la expresión más cruel de la violencia patriarcal”, expusieron.

Las feministas de la periferia insisten descentralizar el movimiento y visibilizar territorios como el Estado de México donde las violencias se multiplican solo por su ubicación geográfica y las personas de escasos recursos difícilmente tienen acceso a la justicia.