Cerdos, mierda, drogas y personajes culeros de una vida igual. Las ilustraciones de Abraham Díaz bailan en el absurdo; en el deterioro de una sociedad que está envuelta por la insignificancia de su propia existencia y su accionar tragicómico. Abraham quiere ser un esclavo «lo menos posible».
Abraham Díaz nació en 1988 y vive en la Ciudad de México. Sus ilustraciones maman de la estética punk y de la tradición norteamericana del cómic underground (Robert Crumb, S. Clay Wilson, Peter Bagge). Personajes grotescos en blanco y negro y otros con tonos fluorescentes. Abraham Díaz crea sus dibujos con un lápiz 4B y tinta china: un trazo duro y punzante.
Díaz ha publicado sus historietas en Ediciones ¡Joc-Doc!, su editorial. Sadismo, masoquismo, sexo y violencia imperan en Suicida (2016), su más reciente cómic.Abraham Díaz también tiene un podcast en su Tumblr: Egocentrismo payaso. “Hecho de mala gana porque la vida es una puta porquería y todo lo que nos rodea es mierda, y si usted cree lo contrario es porque se está engañando”. ¿Así o más punk?
En su podcast,Abraham Díaz se define como una persona inconsistente, proclive a la procastinación. Su aporte a este horrible mundo es su propia estupidez.
Busqué a Abraham Díaz para que me hablara de lo que, dice, no le gusta: su obra. No ve diferencia entre su trabajo y su vida, porque hablar de esta última le parece aburrido, pero no es tan importante para decir que no.
El punk predomina en tus ilustraciones. ¿Lo escuchas cuando dibujas?
«Escucho todo tipo de música. Aunque supongo que sí, el punk predomina en mis listas de canciones».
¿Cuánto llevas como ilustrador? ¿Cómo surgió la idea?
«No lo sé, siempre he dibujado, pero me lo empecé a tomar en serio cuando me invitaron a dejar la carrera de diseño. La única motivación para dibujar es hacer lo que me gusta y ser un esclavo lo menos posible».
Tus imágenes son grotescas, ¿crees que lleguen a herir la susceptibilidad de quien ve los trazos y no los comprenda?
«No me preocupa lo que piense la gente de mi trabajo, ni de mí. Si no les gustan y no los quieren entender, que lo ignoren como tantas otras cosas».
Háblame de tu proceso, ¿de dónde vienen las referencias, tus influencias? ¿En qué te inspiras?
«Es variable. Las referencias y todo eso tienen que ver con lo pasa por mi cabeza cuando trabajo. Las cosas que veo, que leo y escucho; las pláticas que tengo con mis amigos».
Tienes una editorial, ¡Joc-Doc!, ¿cómo y cuándo nace?
«¡Joc-Doc! nació en 2011. Mis amigos (Yecatl Peña, Apolo Cacho y Santiago Grijalva) y yo tuvimos la necesidad de hacer el proyecto para publicar nuestro trabajo como a nosotros nos gusta; sin tener que buscar el contentillo de nadie que no seamos nosotros».
¿Al dibujar te liberas de algo o es por mero gusto?
«Sinceramente no lo sé. Quizá por el mero gusto de intentar liberarme».
¿Tendríamos que buscar un «mensaje» en tus ilustraciones?
«No busco dar ningún mensaje en específico, con ninguna de las actividades que hago. Más allá de hacer evidente lo mucho que me cago en la realidad que percibo y que se me ha impuesto».
Cuéntame sobre tu cómic Suicida, veo que tuvo demanda en ventas y está agotado.
«Suicida fue la materialización de una idea que tuve durante varios meses: hacer una publicación de cómics cortos en un formato más cercano a las revistas ochenteras underground. Muy específicamente Eightball de Daniel Clowes y Hate de Peter Bagge. Pero haciéndome cargo de la edición e impresión. Quería jugar con las tintas, los papeles y los colores de toda la publicación para que fuera lo más personal posible.
Lo de las ventas… pues realmente nada de lo que hago lo hago pensando en eso, al menos no en primera instancia. Trato de hacer mis publicaciones como me las imagino. Trabajo en ellas hasta que queden tal y como quiero. Suicida solo tuvo 200 copias, hechas en su mayor parte a mano. Y, pues, se agotaron después de un año de haber sido lanzado».
Tienes un podcast, ¿de quién es esta propuesta y a qué se debe?
«La iniciativa es mía. Lo hago cuando tengo ganas. Se debe a que me gusta la música y cagarme en México y su estúpida sociedad.
Ya, por último, ¿por qué no te gusta hablar de tu obra?
No veo diferencia entre mi obra y mi vida diaria. Me parece aburrido encontrarme hablando de mí mismo y de las cosas que hago a diario, como si tuvieran trascendencia para alguien más. La cosa es que tampoco creo ser tan importante como para decir que no».
Arte Abraham Díaz
Sigue el trabajo de Abraham Díaz en su Tumblr.
Por Janneth Magaña / @Janneth__Jann

Editor Yaconic
Revista de arte y cultura