Safe outside my gilded cage, with an ounce of pain. I wield a ton of rage, just like suicide. Chris Cornell con Soundgarden.
La mente humana es un misterio. Justo cuando los seguidores de Joy Division se preparaban para rendir tributo a su santo patrón Ian Curtis, quien se ahorcó hace 37 años escuchando The Idiot (1977) de Iggy Pop, este 18 de mayo de 2017 los seguidores de Soundgarden se despertaron mal y de malas por la trágica muerte de Chris Cornell, al parecer en condiciones semejantes.
Las autoridades investigan el caso y los medios especulan, pero la hipótesis más sólida de la policía es que, efectivamente, Cornell se suicidó. Lo encontraron en el baño del cuarto de hotel donde se hospedaba, con un lazo alrededor del cuello, y más tarde el informe del médico forense del Condado de Wayne confirmó que su muerte fue por ahorcamiento.
DIEZ MUJERES QUE CAMBIARON EL RUMBO DE LA MÚSICA
MORIR EN LA CIUDAD DEL ROCK
En el caudal informativo sobre su vida y obra como compositor, vocalista, guitarrista y baterista, se puede trazar un camino para darse cuenta de que, al igual que los personajes de los Hermanos Grimm, Hansel y Gretel, Chris Cornell fue dejando un rastro de piedras que indicaban a dónde se dirigía.
1. Ha salido a flote que la pontentísima voz de Soundgarden, Temple of the Dog y Audioslave, tres de los grupos de rock duro más chingones entre los noventa y los dos mil, padecía depresión desde la adolescencia con profundos periodos de crisis.
Solo el que padece esta enfermedad entiende de qué se trata, subestimada por tanta gente como “enfermedad de ricos”, todavía no se le da la suficiente importancia a los estudios, diagnósticos y tratamientos para evitar situaciones extremas.
La depre, como coloquialmente se le llama y para la cual se han formulado una cantidad sorprendente de antidepresivos, afecta a 350 millones de personas en el mundo y mata a más tres mil al día, sin respetar la clase o grupo social.
ELON MUSK Y SU PROYECTO PARA ESCUCHAR MÚSICA A TRAVÉS DE UN CHIP EN EL CEREBRO
2. In My Time of Dying. La noche en que murió, Soundgarden se había presentado en Detroit, bautizada como “La Ciudad del Rock” por Kiss, hogar de los MC5 y los Stooges.
En ese último concierto curiosamente cerró con “Slaves and Bulldozers”, a la que añadió un fragmento de “In My Time of Dying”, ese blues espeso contenido en el disco Physical Graffiti (1975) de Led Zeppelin, dedicado a Jesucristo, San Pedro y San Gabriel Arcángel: I must have did somebody some good/Oh, I belive I did.
3. Cleaning My Gun. En su disco solista de 2011, el sorprendente Songbook, armado con canciones acústicas en vivo, Cornell escribió e interpretó “Cleaning My Gun”, una canción acerca de un tipo que prepara su pistola y reflexiona en los últimos momentos de su vida, antes de pegarse un tiro al amanecer: Cause I´m cleaning my gun, yeah/ I´m cleaning my gun/ When heaven or hell takes this life/ I´ll be done.
CUANDO MORIMOS, LOS RECUERDOS DE NUESTRA MÚSICA FAVORITA ES LO ULTIMO QUE PERDEMOS
4. Just Like Suicide. El discazo Superunknown de 1994, que les dio la gloria rockera y cinco discos de platino con más de nueve millones de copias vendidas, está lleno de muy buenas canciones como “Spoonman”, “Black Hole Sun”, “The Day I Tried to Live” y “Fell On Black Days”, no solo contiene un espíritu trágico y depresivo —como toda su discografía—, también la canción “Just like suicide”: Bit down on the bullet now/ I had a taste so sour/ I had to think of something sweet/ Love´s like suicide.
5. When I´m Down. Cuando lanzaron el disco aplanador Badmotorfinger, en 1991, el guitarrista Kim Thayil dijo en entrevista que “escucharlo es como leer una novela sobre el conflicto de un hombre (Cornell, quien escribió todas las canciones) consigo mismo, con la sociedad, con el gobierno, con su familia, con la economía, con todo”.
Desde entonces, el sonido de Chris Cornell fue el de un hombre que agonizaba lenta y pesadamente. Esa agonía que literalmente canta en “When I´m Down”: I´m always drowning in my grief/ And I only love you when I´m down/ And I´m only near you when I´m gone/ But one thing for you to keep in mind, you know/ I´m down all the time/ All the time, all the time, all the time.
UN ROCKERO DEPRIMIDO PERO PROLÍFICO
En esta lucha que libraba contra la depresión, Cornell integró grupos de rock macizo que oscilaron entre el hard rock, el punk, el stoner, el metal y el grunge. Y trabajó duro para mantener la mente ocupada. Soundgarden se formó en 1984 como un trío con el guitarrista Kim Thayil y el bajista Hiro Yamamoto, pertenecieron a esa trinidad del “sonido Seattle” integrada por Nirvana y Pearl Jam, pero se cocinaron aparte con todo y el sonido sludge.
Siempre fueron más lejos en todo. Después de una serie de EPs en la disquera Sub Pop, grabaron su debut Ultramega OK (1988) en la SST, la disquera punk hardcore de Greg Ginn, el guitarrista de Black Flag. Después salieron con sus dos mejores discos —según la humilde opinión de este reseñista—, Louder than Love de 1989 y el rompemadres Badmotorfinger de 1991, del que Johnny Cash hizo un extraordinario cover a “Rusty Cage”.
En 1993 colaboraron con “Birth Ritual” y “Seasons” para la pista sonora de la película Singles, la “comedia grunge” de Cameron Crowe (Almost Famous, Pearl Jam Twenty). Lejos de suavizarse, aparecieron el imponente Superunknown que los llevó al firmamento rockero, pero también directo a la desintegración, según el baterista Matt Cameron: “Fuimos devorados por el negocio”.
Antes de eso alcanzaron a salir con Down on the Upside en 1996, en el que ya se percibía la desconexión entre los miembros, y en la gira de este disco se desintegraron en un concierto en Hawái, en febrero de 1997.
LA INFLUENCIA DE KRAFTWERK EN LA MÚSICA DE JOY DIVISION

Pero el rock es un perro eléctrico y para muestra una mordida. En 1990 murió por sobredosis el cantante de Mother Love Bone y roomate de Cornell, Andrew Wood. A manera de tributo, Cornell integró Temple of the Dog con los miembros restantes de MLB, el guitarrista Stone Gossard y el bajista Jeff Ament.
Ahí apareció Eddie Vedder para hacer ese inolvidable dueto que se chutan los dos cantantes en “Hunger Strike”. Solo grabaron el estupendo Temple of the Dog en 1991, para el año siguiente Cornell regresó a Soundgarden y el grupo se convirtió en la base de Pearl Jam.
El otro proyecto musical importante en el que estuvo involucrado Chris Cornell es Audioslave, el grupo que reformaron los ex de Rage Against the Machine, el guitarrista Tom Morello, el bajista Tim Commerford y el baterista Brad Wilk, cuando Zack de la Rocha los abandonó.
Y la armaron en grande, sobre todo con su primer disco, Audioslave de 2002, quizá el mejor de los tres que, además, alcanzó los tres discos de platino. Los otros dos, Out of Exile de 2005 y Revelations de 2006, estuvieron apoyados por sendas giras mundiales que terminaron por llevarlos a Cuba.
Audioslave fue el primer grupo gringo que se presentaba gratuitamente en la isla (el anterior había sido Manic Street Preachers) ante 70 mil personas en mayo de 2005, tan solo unos días antes de visitar México.
UNA SELECCIÓN DE 4 HORAS DE MÚSICA POR MOBY, PARA MEDITAR Y RELAJARSE
Chris Cornell también tuvo una carrera solista movida, inició en 1999 con Euphoria Morning en el cual aplicó todas las ideas musicales que lo alejaron y separaron de Soundgarden. Hizo bastante música para el cine, “Sunshower” para Great Expectations, “Mission 2000” para Mission: Impossible 2, la multipremiada “You Know My Name” para Casino Royale y “Live to Rise” para The Avengers.
Como solista fue muy prolífico, aparte del mencionado álbum dejó una obra en su mayoría acústica que abarca Carry On de 2007, Scream de 2009, el conmovedor Songbook de 2011 y Higher Truth de 2015. Se sabe que dejó un disco inconcluso.
Soundgarden, uno de los hijos predilectos de la disquera independiente Sub Pop en los noventa, década durante la cual reinó, se reunió en 2011 para cosechar lo que les correspondía. Y al siguiente, quince años después de su último disco, apareció King Animal acompañado de su respectiva y exitosa gira.
De hecho, tocaban juntos y trabajaban en lo que sería su próximo disco, cuando la muerte de Cornell sorprendió al mundo entero. A los 52 años, el aclamado Mejor Vocalista de Rock en diversas ocasiones por su alcance vocal de cuatro octavas, entre el barítono y el tenor, graves y agudos profundos, dejó de respirar para alcanzar a sus amigos de escena, Andrew Wood, Kurt Cobain y Layne Staley. Adiós a este mundo y say hello 2 heaven.

Rogelio Garza
Escritor, publicista y ciclista. Durante más de 10 años escribió la columna Zig-zag en revista La Mosca. En 2008 editó y publicó Las Bicicletas y sus Dueños y en 2014 apareció Zig-Zag, Lecturas para Fumar, una compilación de sus mejores debrayes en la revista del insecto y otros medios.