De acuerdo a un equipo de investigadores, el mítico espejo negro que se exhibe en el Museo Británico y que utilizaba John Dee, el asesor de la reina Isabel I de Inglaterra, tiene un origen mexica. Esto tras un análisis geoquímico.
Este espejo es de obsidiana y como leíste bien, fue utilizado por este personaje histórico que alegaba ser astrólogo y mago, y era un elemento primordial en el consejo para la reina. El objeto ha estado lleno de especulación y misterio desde entonces, especialmente dentro de la comunidad ocultista.
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Aunque desde hace un tiempo se pensaba que el espejo negro de John Dee era de origen mesoamericano, es hasta ahora que conocemos su origen específico, el cual data de un tráfico de objetos preciosos desde México hasta Inglaterra.
Los científicos encargados del análisis a cuatro objetos del Museo Británico, llegaron a la conclusión de que el espejo negro tiene un vínculo muy fuerte con la cultura azteca, como ellos conocen a la cultura mexica, que es la forma correcta de referirse a los pobladores de aquellos años en lo que llamaron la Nueva España.
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“El espejo humeante”, como también se le conoce a este artefacto usado por John Dee, era utilizado en rituales para evocar a la deidad Tezcatlipoca, el dios supremo, donde mediante el uso de estos objetos de obsidiana, podían vincularse los sacerdotes con la premonición y el contacto de espíritus.
John Dee, una de las figuras más fascinantes dentro de la época renacentista tardía, era un polímata interesado en la astronomía, las matemáticas, el consejo áulico y la hermenéutica bíblica, y notablemente admirado por su trabajo en el esoterismo. él, junto a Edward Kelley, otro mago de dicha era, afirman haber descubierto y descifrado el lenguaje de los ángeles, que estaba ligado al profeta Enoch.
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La creencia general menciona que John Dee fue quien inspiró al hechicero Próspero en la obra La tempestad, de William Shakespeare. Además, su vida y obra han sido legendarias dentro de los círculos alquimistas y de ocultismo. Conocida es la historia sobre que fue la persona más cercana a la reina Isabel I y el poder que ostentaba creaba perplejidad al pueblo.
John Dee dedicó gran parte de su vida a los asuntos del imperio, pero también a su conexión con el mundo de los espíritus, ya fuera para obtener premoniciones del futuro o mediante la astronomía, aunque eso no está 100% comprobado. El espejo negro fue uno de los elementos más importantes que utlizó en su trabajo.
