Hipnosis 2023: un festival caleidoscópico
CONCIERTOS CRONICA

Hipnosis 2023: un festival caleidoscópico

La psicodelia, concebida como algo que manifiesta el alma, influye en las expresiones culturales, e incluso las enaltece. La música psicodélica, al tornarse hipnóticamente estimulante, dispersó sus esporas melódicas una vez más, en el Hipnosis 2023. En su sexta edición, el caleidoscopio de sonidos envolvió al público en la alucinante revelación de la vida misma.

Pocas cosas se disfrutan tanto como una fiesta musical. Todo posee sabor, color y propósito. Ya lo dijo el filósofo alemán Friedrich Nietzche: «sin música la vida sería un error». Disfrutar del Festival Hipnosis fue algo natural, como aseverar que la música es un acierto. Uno tan grande que hasta las deidades le envidian a la humanidad.

Cartel del Festival Hipnosis 2023 y sus shows imperdibles

Fotografía: Miguel Sosa Arzate

La sede del Hipnosis 2023, fue el verde y amplio Parque Cuitlahuac. Un espacio en el que deambulaban prendas de vestir con formas irregulares, como parte del colorido ornamental de una fecha esperada.

«Agar Agar» puso a bailar a todos con su cadencioso synth pop. A la una con cuarenta, con el calor en todo su esplendor, los cuerpos sudaban los primeros efectos de la psicodelia. Para no agotar la energía, «All Them Witches» y «The Brian Jonestown Massacre«, ofrecieron números más relajantes, pero no por ello menos estimulantes.

Fotografía: Bruja Amapola

La vibración sonora y corporal se incrementó nuevamente en el Festival Hipnosis, con el pop retrofuturista y psicodélico del proyecto colaborativo de Panda Bear & Sonic Boom. Minutos después, a las seis y media, dio inicio uno de los shows más esperados, el del grupo de acid folk turco, Altin Gün. Su presentación fue simplemente hipnótica y alucinante.

Fotografía: Bruja Amapola
Fotografía: Bruja Amapola

El frío se cuela en el maletín de la psicodelia del Festival Hipnosis

El ambiente vespertino ofrecía un paisaje claro de cielo abierto. Las corrientes de aire anticipaban una tarde fría. El dream pop de Melody’s Echo Chamber y el rock indie psicodélico de Temples, aportarían calor a los cuerpos, que enfundados en suéteres y chamarras, aguardaban la llegada de la noche.

Fotografía: Bruja Amapola

La oscuridad reinaba en el Festival Hipnosis 2023, cuando en las bocinas del escenario con el símbolo de ojo, el del costado izquierdo, retumbaron los sonidos oscuros, bailables y texturizados de los sintetizadores de Augustus Muller. De inmediato la voz de Jae Matthews, bizarra y nocturna, se sincronizó con la melodía, para dar vida al proyecto de dark wave delirante, Boy Harsher.

Entre sus sinfonías sugestivas sonó una versión lúgubre, nostálgica e inolvidable de «Wicked Game«, de Chris Isaak. Dejaron el escenario y la tierra caliente de tanto movimiento, suficiente para aguantar el descenso de la temperatura.

Fotografía: Bruja Amapola

Enseguida vino Toro y Moi, con el toque de su permanentemente evolutivo chill wave. Entre su repertorio sonaron las icónicas «Mr Postman«, y «Freelance«. El mismo Chaz Bear, cantante y compositor del proyecto, manifestó su emoción por escuchar a la banda que seguía a su participación en el Festival Hipnosis. Los esperados Flaming Lips.

Fotografía: Bruja Amapola

El poder de las palabras de los labios llameantes

Todo estaba abarrotado. Horas antes se percibía la separación entre el público dispuesto a escuchar lo que cada escenario ofrecía. Con la salida luminosa de Wayne Coyne, vocalista de la legendaria banda de rock estadounidense de tintes psicodélicos, The Flaming Lips, todas las miradas y oídos se encontraban dispuestos a disfrutar de principio a fin, la joya melódica Yoshimi Battles the Pink Robots. Décimo álbum de la agrupación.

Aguantar el frío resultó algo difícil. Lo valió, cuando «Fight Test» comenzó a sonar en las estruendosas bocinas del Festival Hipnosis. Enormes robots rosas ocupaban el escenario, haciendo ver a Coyne como un ser diminuto a su lado. La euforia se apoderó del Parque Cuitlahuac, en la alcaldía Iztapalapa. En la demarcación más grande de la Ciudad de México, la batalla interna entre la máquina y el ser, se libraba individual y colectivamente.

Fotografía: Bruja Amapola

Las lágrimas y risas brotaron con los temas Yoshimi Battles the Pink Robots, parte uno y parte dos. Wayne y los extraordinarios músicos de The Flaming Lips se encontraban igual de entusiasmados que todos los asistentes. Lo único que se podía hacer era agradecer la velada, la experiencia. Wayne habló pocas veces, y en todas incitó a su público a continuar, a seguir con la vida.

El vaivén de emociones y pensamientos es parte indiscutible del vivir. El Yoshimi Battles the Pink Robots, es una oda a la psicodelia. El Festival Hipnosis resultó el lugar idóneo para la fiesta de las batallas propias, internas. Con el transcurrir de las canciones, llegó el turno de la certeza casi al final del camino, «All We Have is Now«.

La conciencia de la existencia se da a través de la resolución de los conflictos interiores, y eso, los labios llameantes, de palabras, letras y melodías poderosas, lo tienen claro.

Fotografía: Bruja Amapola

El cierre del Festival Hipnosis 2023 corrió a cargo del grupo de Colombia, «Las Pirañas«. Probablemente no fue la intención de los organizadores, pero la hipnosis colectiva, en esta, la sexta edición de la fiesta a la música psicodélica, nos remitió a muchos de los asistentes a reconocernos serpientes. Nos arrastramos, nos movemos, nos elevamos, y por momentos somos celestiales.

El Festival Hipnosis 2023 derivó en una especie de uróboros: nos mostró el ciclo eterno de la vida y la muerte, dentro de cada uno, y en todo lo que nos rodea.

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Miguel Ángel Sosa Arzate

Miguel Sosa, fotógrafo y reportero.