Juan O’Gorman, nació en la Ciudad de México en 1905 y falleció en 1982. Su figura polifacética impactó y resonó profundamente en el panorama artístico y arquitectónico de México durante el siglo XX. Su trayectoria se caracterizó por una constante búsqueda de integración: entre la funcionalidad y la estética, entre la modernidad y la tradición, y entre la creación humana y el entorno natural. Su legado perdura como testimonio de una visión única y un compromiso inquebrantable con la identidad cultural mexicana y la responsabilidad social del arte y la arquitectura.
O’Gorman es considerado el padre de la arquitectura moderna en México siendo el hijo mayor del británico de origen irlandés Cecil Crawford O’Gorman y de Encarnación O’Gorman. Juan O’Gorman, uno de los creadores más representativos del arte en México del siglo XX, fue un artista completo. Su gusto por las artes lo llevó a desenvolverse como arquitecto, muralista y pintor de caballete. Aunque el autoritarismo de su padre era grande, fue este quien lo inició en la pintura.
Distintos investigadores y biógrafos describen al impulsor de la arquitectura funcional y orgánica, con un espíritu rebelde, sarcástico, inquieto, progresista, revolucionario y crítico. Entre los años 1921 y 1925 la formación como arquitecto de Juan O’Gorman se desarrolló teóricamente en Escuela Nacional de Arquitectura y en la práctica durante su estadía en las oficinas de los arquitectos Carlos Tarditi, José Villagrán García y Carlos Obregón.
El propio Juan O’Gorman cuenta en su libro titulado Autobiografía, que teniendo 17 años de edad allá por el año 1923, se hizo amigo del pintor Diego Rivera. Amistad que derivó en el conocimiento de principios del ejericico mural, geometría dinámica y la composición pictórica a gran escala. Aunque gracias a este lazo se acercó al trotskismo y al comunismo mexicano, se término separando de Diego por incompatibilidades ideológicas.
ARQUITECTURA BRUTALISTA EN MÉXICO

Arquitectura de Juan O’Gorman
Entre los años 1928 y 1931 Juan O’Gorman construyó sus primeras casas habitación con el concepto funcional que años más tarde, seguiría empleando. Tal es el caso de las escuelas primarias de la Secretaría de Educación Publica que aportaron a la concepción social de la arquitectura de la época. Su debut formal como arquitecto fue en 1929 con su primera casa funcionalista construida en Palmas 81, frenteal antiguo hotel San Ángel Inn.
Sin embargo, la obra de enorme importancia para Juan O’Gorman llegó a sus 27 años cuando construyó la casa estudio de Diego Rivera y Frida Kahlo. Esta obra lo dio a conocer en todo México donde trabajó de forma exitosa durante algunos años. Pese al auge de su trabajo, se dio cuenta que se estaba transformando en un contratista y recordó su desacuerdo con la comercialización de su profesión. De tal modo, que decidió cerrar su despacho y dedicarse de lleno a su carrera como artista plástico.
EL LEGADO ARQUITECTÓNICO DE PORFIRIO DÍAZ EN 5 EDIFICIOS

Pintura de Juan O’Gorman
Su acercamiento a la pintura se dio entre los años 1924 y 1925 cuando decoró los muros de tres pulquerías: Los Fifis, Entre Violetas y Mi oficina, retomando la tradición del arte popular mexicano. Durante el año 1937, Juan O’Gorman trabajó de manera intensa como muralista. Esto, en palabras del propio pintor y arquitecto, lo consagró la mayor parte de su vida y el legado por el que sería reconocido.
La labor como muralista de Juan O’Gorman coincidió con su obra de caballete donde representaba el paisaje de México desde obras denominadas como fantásticos-realistas. Bajo este estilo, representaba una poética de fuentes oníricas y fantásticas reflejando inquietudes sociales y nacionalistas. Inventó nuevas formas a través de creaciones arquitectónicas y al mismo tiempo continuó con el puntillismo.
Las composiciones de Juan O’Gorman empleaban dos técnicas preferentes: el temple o pintura a emulsión, para obtener colores luminosos y duraderos y el fresco para sus murales. Sin embargo, también para sus obras de caballetes ejecutaba con estructura y y precisión del arquitecto que vivía enamorado de la pintura. O’Gorman realizaba murales es que pretendía alcanzar a través de ellos una comunicación con el pueblo de México.
La historia mexicana era el móvil de la pintura de Juan O’Gorman con la pretendía alcanzar una comunicación con el pueblo que retrataba. El hombre arquitecto y artista mencionaba en repetidas ocasiones que que buscaba llegar por medio de imágenes y actores concretos al hombre común, no al intelectual sofisticado.
EL ESPLENDOR DE LA ARQUITECTURA ÁRABE EN MÉXICO

Entre los murales que realizó están el de la biblioteca pública Gertrudis Bocanegra en la ciudad de Pátzcuaro, Michoacán (1941); la Biblioteca Central de Ciudad Universitaria (1949-51); los mosaicos de la SCOP (1953); el dedicado a Cuauhtémoc en el Hotel Posada de la Misión en Taxco Guerrero (1955); el Retablo de la Independencia, en el Museo Nacional de Historia (1959-61), Hidalgo Libertador en el vestíbulo del Centro Indoamericano en Santiago de Chile (1963-64); el Crédito transforma a México en el Banco Internacional, S.A (1965); Francisco I. Madero, sufragio efectivo no reelección (1968-69) y el denominado Feudalismo porfirista como antecedente de la Revolución de 1910-1914 en el Museo de Historia del Castillo de Chapultepec; los cuales expresan la visión histórica del artista en relación con cada pasaje que ha conformado al México del siglo XX.
En su trayectoria como muralista, Juan O’Gorman vivió un acto de censura ocurrió en 1938, cuando se destruyeron dos de las tres obras con el tema sobre la conquista del espacio, realizadas en el Aeropuerto de la Ciudad de México. El gobierno del general Lázaro Cárdenas, tenía relaciones diplomáticas con los gobiernos del Eje, particularmente con Alemania. El muralista mexicano había representado de manera satírica a Benito Mussolini y Adolfo Hitler por lo que su obra, fue eliminada.
Entre 1944 y 1945, a la par de su obra de caballete, colaboró con Diego Rivera en la construcción del Anahuacalli. En 1949, Juan O’Gorman inició su célebre obra de mosaicos en la Biblioteca Central de Ciudad Universitaria, renovando el muralismo contemporáneo. Ese mismo año, comenzó la construcción de su visionaria Casa Orgánica en la avenida San Jerónimo, influenciada por Wright y Gaudí, donde plasmó sus ideas de arquitectura orgánica, definida por su armonía con el entorno geográfico e histórico. O’Gorman vivió en esta casa, de la que se sentía muy orgulloso, hasta 1969, cuando la vendió a Helen Escobedo, quien la destruyó.
MIRA ESTOS 10 DOCUMENTALES DE ARQUITECTURA

Entre 1952 y 1953, se dedicó al mosaico de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas. En 1957, tras la muerte de Frida Kahlo, sufrió una profunda depresión. De 1960 a 1961, creó su primer mural en el Museo Nacional de Historia. En 1962, pintó obra de pequeño formato e inició su mural Hidalgo libertador. En 1963-1964, realizó el mosaico La fraternidad de los pueblos indoamericanos.
En 1964, se afilió al PRI, tras romper ideológicamente con el estalinismo. En 1967, comenzó su reconocido mural Retablo de la Revolución mexicana 1910-1914. Entre 1937 y 1972 (año en que recibió el Premio Nacional de Artes), creó nueve murales al fresco, uno al temple y siete en mosaicos, obras influenciadas por sus vivencias. En este periodo, expresó abiertamente su desacuerdo con instituciones, grupos artísticos y críticos, oponiéndose a figuras como David Alfaro Siqueiros y Lombardo Toledano.
De 1970 a 1982, O’Gorman se dedicó a la pintura de caballete. Roberto Vallarino describió a O’Gorman como un gran arquitecto y muralista innovador, historiador, pintor, crítico y conversador, discípulo de Rivera, de carácter difícil pero adorable, quien al final de su vida hablaba obsesivamente del suicidio. Juan O’Gorman se suicidó el 18 de enero de 1982, a los 76 años, y sus restos descansan en la Rotonda de las Personas Ilustres.

Stephanye Reyes
Periodista en deformación. Humana por imposición, bruja por elección. Ojos defectuosos pero talentosos. Hago fotografía de todo lo que mis miopes ojos ven: Ig:bruja_amapola