F É N I X
“Time of War fue mi caos personal, la confrontación entre mi “yo” anterior y mi “yo” futuro. En la experiencia viví un redescubrimiento total de mi ser: maté a la persona que era para realizarme en la que quería convertirme”.
El romántico concepto de muerte-renacimiento implica un ejercicio interno que poco tiene de fabulesco: exige una valentía extraordinaria y requiere la combinación exacta de momento y ocasión, de vida y sacrificio de la misma, es la coreografía de los opuestos, danzando en lo más profundo del alma.
Este choque de protones desencadena un Big Bang que podría traducirse en el renacer de una persona, y en casos como el del artista parisino Olivier Valsecchi, este renacimiento permea su obra y nos envuelve a todos. Esta es la experiencia que el propio Valsecchi comparte con Yaconic.
SURREALISMO AL LÍMITE EN LAS FOTOGRAFÍAS DE ELISEO H. ZUBIRI
-El mundo está viviendo una violencia generalizada cuya causa podría ubicarse en la degradación moral. ¿Cómo concibes el caos? ¿fue nuestro caótico presente lo que inspiró Time of War?
El caos lo explica todo por sí mismo. Por definición es la confrontación de los opuestos. A nivel mitológico, desde la definición de Ovidio, Caos era una masa confusa de líquido y neblina, orden y desorden, luz y oscuridad, que al explotar dieron a luz a la Tierra.
Cada elemento constituido del Caos se ubicó en el lugar correcto. La neblina se hizo cielo, el líquido se volvió mar, etc. En el mundo presente (aunque sea triste admitirlo) el dinero lo es todo, y Caos es primordialmente un aspecto social, el rico contra el pobre. Poder.
Para entender cabalmente Time of War tienes que conocer la segunda entrega de todo un cuerpo de trabajo titulado I am Dust. Su primer capítulo, Dust, se trató de su propio nacimiento.
Fue mi caos personal, la confrontación entre mi “yo” anterior y el “yo” futuro. En esta experiencia tuve un redescubrimiento total de mi persona, tuve que matar a la persona que era para realizarme en la persona en la que quería convertirme.
Tres años después empecé a trabajar en Time of War, cuando había un tremendo conflicto en Francia sobre los derechos gay. Se escuchaba de todo, sobre cómo el matrimonio gay podría llevarnos muy pronto al fin del mundo. Histeria masiva.
Así que este fue el momento perfecto para continuar con el proyecto Dust, pues estaba sintiendo mucha tensión y necesitaba sacarla de mi sistema. A pesar de todo esto, esta serie no se basa en lo político.
ANALOGÍAS EN FOTOGRAFÍAS DE MARTIN TOMECKO
-En Time of War vemos fuerza, movimiento, tensión, dinamismo… sin embargo, los rostros transmiten paz. Eres meticuloso con tu trabajo ¿este hecho fue intencional?
Pienso que la violencia es mucho más poderosa cuando los rostros no expresan, cuando quedan en silencio, como la voz interna que quiere gritar y se queda atorada en la garganta. No quiero ser muy demostrativo en mi trabajo.
Puede llegar a ser ridículo fingir un grito o el sentir mucho dolor, además me gusta la paradoja entre el movimiento y la quietud. Nuevamente, el Caos viene de lo contrario y se debe tener en mente que este trabajo versa sobre el nacimiento y la muerte. Los modelos surgen de las cenizas ¿son acaso muertos vivientes, fantasmas, recién nacidos, sonámbulos?
-Las imágenes tienen una pronunciada tendencia hacia el blanco y negro con ocasionales cabelleras pelirrojas que contrastan la imagen ¿por qué usas esas tonalidades en la serie?
Es totalmente cierto, son fotografías en blanco y negro en color. Siempre me ha gustado el blanco y la palidez de la piel. Las cenizas volviéndose al gris, que confiere una tonalidad muerta a la tonalidad de los cuerpos. Se tiene la sensación de que vienen saliendo de un agujero oscuro, encarnando la luz.
-La intención de mezclar arena (ceniza) con los cuerpos, ¿sirve para representar tu descontento con la violencia del mundo?
Desde un punto de vista personal es como el mito del Fénix. Desde el punto de vista social y global, las cenizas representan la desolación y devastación, el cómo reconstruir lo que fue destruido y quemado.
VISIONES ETÉREAS DESDE LA FOTOGRAFÍA DE MICHAL PUDELKA
-En tu obra se percibe una tendencia hacia lo rítmico, una fusión de danza y música ¿cómo te concibes artísticamente?
Tus preguntas son particularmente minuciosas y directas; así es, tengo un manera muy musical para construir mis series. Considero cada serie fotográfica como un álbum musical, con partes rápidas y lentas, o bien como una partitura, con movimientos hacia el cielo y en posición fetal. Siempre me ha interesado la danza y así es como se trabaja una coreografía, estirándose y contrayéndose.
-Te has referido a David Lynch y a Nina Hagen como tus principales influencias ¿Hay algún artista que te haya impactado recientemente?
Acabo de redescubrir el trabajo de Egon Schiele, el cual no me había movido mucho hasta hoy. Es raro cómo evoluciona y va entrando en el gusto, de acuerdo a tu historia y cómo te sientas. Durante varios meses he estado trabajando en un nuevo proyecto que incluye
desnudos en escorzo e hice un autorretrato que llame Boy with a grudge (Niño con rencor). Meses después corrí a ver uno de los autorretratos de Egon Shiele y me di cuenta cómo nuestras respectivas posturas realmente se parecen.
MICHAL ZAHORNACKY, LA JOVEN PROMESA DE LA FOTOGRAFÍA SURREALISTA
-Aunque Francia ha sido siempre vanguardia en pensamiento filosófico, ¿cuánto ha cambiado París en los últimos años?
Bueno… como dije antes, hubo un gran conflicto sobre los derechos gay el año pasado. Los políticos voluntariamente permiten que esto suceda pues pueden sacar beneficios de ello. Usan esta problemática social para destruir a sus oponentes pero en el proceso se despertó el odio de aquellos que siempre están en contra de todo: en contra de la comunidad gay, del aborto, en contra de las diferencias y la libertad.
Regresamos 20 años al pasado, ha sido un año duro para aquellas personas que creemos en el progreso, en los derechos humanos y en la vida pacífica. Con profunda tristeza, creo desde hace un buen rato París no ha sido la “Ciudad vanguardia del pensamiento filosófico”. Francia se ha convertido en un discípulo, estamos muy muy atrasados con respecto a varias cuestiones. Espero que esto cambie y vuelva a ser el líder socio-cultural de antaño.
LA SUTIL ESTÉTICA EN LAS FOTOGRAFÍAS DE ROBERTO GRECO
-¿Cómo logras esa intimidad con tus modelos (sé que no trabajas con “profesionales”) ? ¿Son bailarines quizás?
Algunos son bailarines, algunos son performanceros y algunos son como tú y yo. No importa cuánto conocimiento tengas de tu propio cuerpo para este proyecto, lo que cuenta es qué tanto te comprometas con la imagen pues realmente luchamos por tener la imagen correcta.
Algunos modelos se vuelven amigos porque hemos trabajado muchas veces juntos, hablamos mucho y ya sabes lo que expresan, nos hemos llegado a conocer mejor y más rápidamente en los tiempos difíciles. Además ellos están desnudos y eso es una vía radical para acceder a la intimidad de la persona, a sus miedos y sentimientos.
-¿Cuál es la diferencia entre hacer una foto que haga conciencia sobre la violencia pero que sea artística y estéticamente disfrutable?
La respuesta está en la pregunta misma: Estética. No he sido foto-reportero, nunca. Para generar conciencia sobre la violencia bastaría con hacer imágenes de la misma. Yo no tomo fotos de violencia: creo una especie de la misma que consiste en lo opuesto entre belleza del cuerpo y la fealdad de la explosión de una bomba.
Además, Time of War no es realmente sobre la guerra, sino sobre el conflicto como tal, y ese conflicto bien puede ser contigo mismo. Mi anterior serie, Klecksography, se trató sobre el enemigo interno. Lo que sigue en el futuro es la continuación de mi trabajo, porque está centrado principalmente en mi vida y mi forma de sentirla.
Estoy terminando una nueve serie que bien puede interpretarse como la serie de “post-guerra”, inspirada en El Diluvio y la Balsa de Medusa.
FOTOGRAFÍAS DE MÉXICO Y LA HISTORIA DETRÁS
