En la historia de la Iglesia Católica, uno de los personajes más controvertidos fue el papa Benedicto IX. Conocido por su conducta escandalosa y su rol en el desarrollo del procedimiento del cónclave. Benedicto IX gobernó en un período de inestabilidad en la Iglesia. Destacándose como una de las figuras más polémicas por los múltiples actos atribuidos a su pontificado y los acontecimientos que provocaron cambios en el futuro del Vaticano. Benedicto IX, nacido como Teofilatto de Túsculo, asumió el papado en 1032 con apenas 20 años. Convirtiéndose en uno de los pontífices más jóvenes de la historia.
Su familia, los condes de Túsculo, era una de las casas más influyentes de la época, conocida por ejercer su poder político en Roma y manipular los asuntos eclesiásticos. Según diversas fuentes históricas, su papado estuvo marcado por el nepotismo, la corrupción y graves acusaciones de comportamiento inmoral. Benedicto IX ocupó la silla de San Pedro en tres ocasiones no consecutivas, es decir, fue papa tres veces. Un hecho considerado inédito y atribuido a la inestabilidad de su mando, que le llevó a renunciar, ser expulsado y regresar al trono papal en varias ocasiones. En 1045 Benedicto IX renunció al papado después de aceptar una cuantiosa suma de dinero para vender el trono pontificio. A su padrino, Juan Graciano, quien posteriormente asumió como el papa Gregorio VI. Este acto de compra o venta de cargos eclesiásticos, fue uno de los factores que le otorgaron el calificativo de «papa corrupto».
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¿Cuál es la historia detrás del cónclave?
La reputación de Benedicto IX y la crisis política que generaron sus acciones influyeron directamente en la necesidad de reformar el sistema de elección de un pontífice. Durante el siglo XI, los papas eran comúnmente seleccionados mediante acuerdos entre nobles romanos y otras figuras de poder. Lo que daba lugar a interferencias políticas y situaciones como las vividas durante el caótico papado de Benedicto IX. En 1059, 15 años después de la renuncia definitiva de Benedicto IX, el papa Nicolás II emitió una regla que marcó un precedente en el mecanismo de elección pontificia.
Mediante el decreto «In Nomine Domini», se estableció que los únicos con derecho a elegir al papa serían los cardenales obispos, limitando así la influencia de la nobleza laica. Este cambio fue el primer paso que sentó las bases del cónclave moderno, el cual conocemos hoy en día. Y que desde el fallecimiento de Juan Pablo II hemos visto llevarse a cabo 3 veces. Cuando Benedicto XVI, tras su renuncia llegó Francisco I y para la elección del actual papa, León XIV.
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¿Qué es el cónclave?
El término “cónclave” proviene del latín “cum clave” (bajo llave). Y hace referencia a las ceremonias donde los cardenales se reúnen en aislamiento para elegir a un nuevo papa. Aunque el concepto se institucionalizó de forma más estructurada en el siglo XIII bajo el papa Gregorio X. El sentido de esta práctica fue una reacción directa al caos de elecciones anteriores, incluyendo las acciones protagonizadas por Benedicto IX. A lo largo de los años, el cónclave evolucionó y estableció más normas. Para garantizar que la elección sea exclusiva para el clero y se aísle de presiones externas. Actualmente, el cónclave se celebra en la Capilla Sixtina y representa una de las ceremonias más importantes de la Iglesia Católica.
Pasos del cónclave
- Los cardenales electores (menores de 80 años) se reúnen en la Capilla Sixtina, aislados del mundo exterior, y hacen un juramento de confidencialidad.
- Se realizan hasta cuatro votaciones diarias, con papeletas donde los cardenales escriben el nombre de su candidato.
- Después de cada votación, las papeletas son contadas y quemadas. Si no se alcanza la mayoría de dos tercios, se libera humo negro. Indicando que la elección no ha sido aún completada. Si se alcanza la mayoría, se libera humo blanco, anunciando la elección de un nuevo Papa.
- El nuevo Papa elegido acepta el cargo y elige su nombre papal.
- El pontífice electo es presentado al mundo desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, con la tradicional frase «Habemus Papam».

Vic Vertigo
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