Ordenadores sobremesa baratos, cómo conseguirlos
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Ordenadores sobremesa baratos, cómo conseguirlos

Los ordenadores de sobremesa parecen haber perdido algo de interés entre los usuarios que necesitan de estos dispositivos para tareas de ofimática o navegación básica a través de internet. Muchas familias en casa, especialmente los hogares en los que no viven estudiantes, prefieren echar mano de aparatos como una tablet o incluso el smartphone para sus tareas básicas en internet.

Y en los casos en los que hay población estudiantil, o personas que teletrabajan, tienen suficiente con ordenadores portátiles. Estos resultan más cómodos para utilizar en cualquier lugar de casa o fuera del domicilio habitual.

Sin embargo, en en escenarios domésticos, para toda la familia con uso general, los equipos clásicos con su torre se mantienen como una opción muy atractiva. En esos casos la solución pasa por encontrar Ordenadores sobremesa baratos.

El mercado ofrece actualmente modelos listos por un precio inferior a los 500 euros con los que podrás desempeñar tareas básicas de ofimática, navegación en internet y visionado de series en streaming en la actualidad y en los próximos tres años. Además, la buena noticia con estos ordenadores es que puedes ser tú mismo quien los monte, adquiriendo torre y monitor de manera independiente, periféricos y otros accesorios.

Microprocesador, requisitos mínimos

La CPU es la Unidad Central de Procesamiento, es decir, el microprocesador. Se trata de una pieza clave en los ordenadores, pues es la que ejecuta y gestiona las instrucciones lógicas que se le transmiten. Con un presupuesto limitado, buena parte de la inversión debe ir destinado a esta pieza. 

AMD e Intel son los principales fabricantes de CPU y ofrecen soluciones como Ryzen 3000 de 10ª generación y Ryzen 3 3200G. Para Intel, la apuesta más interesante es Core i3, o Core i5, si la inversión lo permite.

Memoria RAM, mayor agilidad en las tareas

La memoria principal es tan importante como la CPU a nivel de experiencia, ya que es el elemento que permite realizar varias tareas al mismo tiempo y almacenar los datos. Es mucho más rápida que el almacenamiento en disco y cuanta más alta sea la memoria RAM, mejores prestaciones ofrecerá el equipo.

Los expertos señalan que unas buenas cifras de memoria, para un uso doméstico del ordenador, parten desde los 8 GB, aunque aseguran que lo ideal es que la RAM sea tipo DDR4-2666 o superior. 8 GB es el requerimiento mínimo, pero si es posible deberíamos acudir a 16 GB. Lo bueno de esta pieza es que posteriormente se puede actualizar.

Memoria de almacenamiento

Otro elemento importante es la memoria de almacenamiento, con la que el equipo tendrá mejores opciones de instalar programas y aplicaciones. Aquí las opiniones de los especialistas son tajantes, hay que descartar cualquier PC con unidades mecánicas y decantarse mejor por ordenadores con una unidad de estado sólido y capacidad de al menos 256 GB.

La alternativa pasa por una combinación de un SSD de 128 GB y un HDD de un terabyte para sacar partido de la velocidad de la primera unidad y la capacidad del segundo. No obstante, como ocurre con la RAM, el disco duro también se puede sustituir o incluso añadirle una unidad de almacenamiento externa.

Los extras básicos para un buen comportamiento

Las tarjetas gráficas son componentes por los que solo hay que preocuparse en caso de querer usar el ordenador para actividad de gaming. Actualmente hay microprocesadores con gráficas integradas que ofrecen una buena experiencia. Eso sí, conviene no pasar por alto la conectividad WiFi y Bluetooth o los puertos. Es importante que el ordenador tenga dos enlaces USB 3.1 de última generación, con alguno de ellos tipo C.

Otra solución interesante es comprobar el mercado de los ordenadores todo en uno, ya que ocupan poco espacio y su diseño visual es muy atractivo. Están pensados especialmente para usuarios que no requieren grandes posibilidades de ampliación. Son equipos con un tamaño muy compacto donde es preferible que el chasis sea de aluminio, un material que disipa mejor el calor que el plástico.

En resumen, es posible hacerse con ordenadores de sobremesa baratos y con buenas prestaciones, pero debemos tener en cuenta que su uso va a limitarse a navegación sencilla y tareas de ofimática no muy complejas. Si los requerimientos van más allá tendremos que ampliar el presupuesto destinado a la inversión.

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Staff Yaconic