Los 5 poemas de Nezahualcóyotl más sublimes
POESIA

Los 5 poemas de Nezahualcóyotl más sublimes

El «coyote hambriento» no sólo alimentaba su cuerpo. Su espíritu se nutría de la inspiración que le provocaba su alrededor. Las flores, la naturaleza, las estrellas, las plumas y las piedras le arrebataban poesía. Letras transparentes como el agua del esplendoroso Lago de Texcoco, al que señoreaba con sabiduría. Los poemas de Nezahualcóyotl son una muestra clara de la reflexiva pluma del Huey Tlatoani (Venerado gobernante u orador).

El pensamiento del Tlamatine (sabio o filósofo) le permitió plasmar de forma virtuosa, en versos llenos de detalles provistos de energía y sensibilidad, la perspectiva de quien ve en la poesía la oportunidad de quebrarse y volverse a armar. Consciente siempre del inevitable fin, del irreductible deceso, dotó a cada una de sus palabras de la vida que le circundaba. Por eso los poemas de Nezahualcóyotl perdurarán, porque fueron hechos con la esencia de quien ve la vida como un regalo fugaz y efímero de las deidades.

13 POETAS NÁHUATL QUE DEBES CONOCER

poemas de Nezahualcóyotl

Yo pregunto

Yo Nezahualcóyotl lo pregunto:

¿acaso de verdad se vive con raíz en la tierra?

No para siempre en la tierra: sólo un poco aquí.

Aunque sea de jade, se quiebra.

Aunque sea de oro, se rompe.

Aunque sea de plumaje de quetzal, se desgarra.

No para siempre en la tierra:

sólo un poco aquí.

«Yo pregunto» es de los poemas de Nezahualcóyotl el que demuestra mayor conciencia sobre el ineludible desenlace. La aceptación de que todo tiene un fin, y que todo hacia dicho término se dirige.

Nonantzin

Cuando yo muera, entiérrame junto a tu hoguera

y cuando vayas a hacer tus tortillas allí llora por mí.

Y si alguien te pregunta, madre mía

por qué lloras

¡contéstale!:

«Está muy verde la leña

y con tanto humo me hace llorar».

Madre mía, cuando yo muera.

Nuevamente el fin de algo, en este caso supone el suyo. Se lee el anhelo de la cercanía, la compañía, el recuerdo y la resiliencia. De los poemas de Nezahualcóyotl que más fibras emocionales mueven.

Estoy embriagado

Estoy embriagado, lloro, me aflijo

pienso, digo,

en mi interior lo encuentro:

si yo nunca muriera,

si nunca desapareciera.

Allá donde no hay muerte

allá donde ella es conquistada,

que allá vaya yo…

Si yo nunca muriera,

si nunca desapareciera.

Una vez más se percibe la conciencia de la muerte. La percepción que del final se tiene, la emoción de tristeza, el anhelo de no dejar de ser. Es sensibilidad pura, de los poemas de Nezahualcóyotl que mejor refleja la necesidad de hacer poesía para tratar los sentimientos.

No acabarán

No acabarán mis flores,

no cesarán mis cantos.

Yo cantor los elevo,

se reparten, se esparcen.

Aun cuando las flores se marchitan y amarillecen,

serán llevadas allá

al interior de la casa del ave de plumas de oro.

De la reflexión y la poesía, el «coyote ayunador», emanaba sabiduría. Probablemente la conciencia de que nada deja de existir, sólo se cambia de forma. Certeza se percibe en este, uno de los poemas de Nezahualcóyotl más enérgicos. Totalmente portentoso.

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Estoy triste

Estoy triste, me aflijo,

yo, el señor Nezahualcóyotl.

Con flores y con cantos

recuerdo a los príncipes,

a los que se fueron,

a Tezozomoctzin, a Quaquauhtzin.

En verdad viven allá en donde de algún modo se existe.

¡Ojalá pudiera yo seguir a los príncipes,

llevarles nuestras flores!

¡Si pudiera yo hacer míos

los hermosos cantos de Tezozomoctzin!

Jamás perecerá tu nombre,

¡oh mi señor, tú, Tezozomoctzin!

Así, echando de menos tus cantos,

me he venido a afligir,

sólo he venido a quedar triste,

yo a mí mismo me desgarro.

He venido a estar triste, me aflijo.

Ya no estás aquí, ya no,
en la región donde de algún modo se existe,

nos dejaste sin provisión en la tierra,

por esto, a mí mismo me desgarro.

Letras que describen el sentir de un animal herido. El aullido del coyote inquieta y conmueve. Uno de los poemas de Nezahualcóyotl más largos. Necesitaba desahogar la emoción completa, la tristeza que puede ser tratada con poesía. Si bien no desaparece del todo, Nezahualcóyotl aprendió a recitarla.

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Stephanye Reyes

Periodista en deformación. Humana por imposición, bruja por elección. Ojos defectuosos pero talentosos. Hago fotografía de todo lo que mis miopes ojos ven: Ig:bruja_amapola