Reconocido como uno de los artistas que han dedicado 40 años de su vida, a eternizar con la captura fotográfica la esencia de la condición humana, Antonio Turok es considerado uno de los fotógrafos documentales más importantes de la actualidad, a nivel internacional.
Su lente ha asimilado escenarios de la vida real para entregar postales de lo social, hasta simplemente compartir un bello paisaje experimentado.
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La pupila entrenada
Antonio Turok nació en en el extinto Distrito Federal de 1955. Con 17 años de edad se trasladó a Chiapas, lugar que le convertiría en un fotógrafo de temple y fortaleza, y que le vería retornar curtido de eternizar momentos en medio de la vertiginosidad de las sociedades.
Fue hacia Centroamérica, a desempeñarse como corresponsal en Nicaragua, El Salvador y Guatemala, durante la década de los años ochenta. Antonio Turok fue el primero que registró en película fotográfica el levantamiento zapatista en 1994. Su fidelidad visual le permitió fotografiar de cerca al movimiento.
Estuvo en Nueva York el 11 de septiembre de 2001. Su fotografía es archivo vivo y nítido sobre la vida de mexicanos en Estados Unidos. Documentó la crisis industrial del Medio Oeste, así como la conformación de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca en 2006. Uno de sus trabajos más recientes, de 2017, es el de las manifestaciones de protesta en la toma presidencial de Donald Trump.
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Documentar para recordar
La obra de Antonio Turok está incluida en varios libros sobre fotografía. Él define a su trabajo como documentación fotográfica de «rebeliones». Para él su pasión es tratar entender la condición humana.
Sus capturas son retratos fortuitos, naturalmente insólitos. La migración, la violencia, el propósito, entre otros fenómenos, han posado para su lente. Antonio Turok apunta directo al cañón de un arma, y en otro momento recibe frontalmente la seña «obscena» del repudio social.
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«Reflexiones entre la alegría y la desesperación» fue el nombre de la exposición itinerante que presentó por primera vez, a finales de 2016, en el Museo Archivo de la Fotografía de la Ciudad de México. Un repaso visual de la textura del tejido social, desde varias trincheras, bajo la misma perspectiva. La trayectoria de Antonio Turok, a través de más de doscientas imágenes.
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Stephanye Reyes
Periodista en deformación. Humana por imposición, bruja por elección. Ojos defectuosos pero talentosos. Hago fotografía de todo lo que mis miopes ojos ven: Ig:bruja_amapola
