El cine mexicano ha producido joyas invaluables a lo largo de su historia, y una de ellas es, sin duda, «En este pueblo no hay ladrones». Estrenada en 1965, esta película es una adaptación del célebre cuento homónimo de Gabriel García Márquez, dirigida magistralmente por el cineasta mexicano Alberto Isaac. Lo que la hace particularmente fascinante es cómo logra capturar la esencia del realismo mágico y la profunda crítica social de Gabriel, combinando una trama cautivadora con un reparto de ensueño que incluyó a figuras legendarias del arte y la cultura.
La narrativa de «En este pueblo no hay ladrones» es engañosamente simple. La historia gira en torno a Dámaso, un joven frustrado por la pobreza y el tedio de su pueblo caribeño (aunque el rodaje se realizó en locaciones mexicanas). En un acto impulsivo, Dámaso roba las únicas tres bolas de billar del salón local. Este hurto, aparentemente trivial, desata una reacción en cadena. El pueblo, orgulloso de su supuesta moralidad y de su historial sin crímenes, se sume en una histeria colectiva, buscando al culpable y, en el proceso, revelando sus prejuicios y doble moral al acusar injustamente a un anciano.
«En este pueblo no hay ladrones» es fiel al espíritu del cuento de García Márquez y se convierte en un incisivo estudio sobre la hipocresía social, la culpa, la moralidad y la cacería de brujas. Muestra cómo una pequeña transgresión puede desvelar las fallas estructurales y los prejuicios arraigados de una comunidad, un tema recurrente en la obra temprana del autor colombiano que Alberto Isaac supo trasladar con una fidelidad asombrosa a la pantalla grande.
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Uno de los aspectos más asombrosos de «En este pueblo no hay ladrones» es su elenco. No solo contó con actores destacados de la época, sino con un verdadero desfile de figuras icónicas del cine, la literatura y el arte. Esta característica la convierte en una cápsula del tiempo cultural de México en los años sesenta. Además de Julián Pastor en el papel de Dámaso y Narciso Busquets como el dueño del billar, la película presenta cameos que hoy resultan invaluables:
- Luis Buñuel: El aclamado director surrealista hace una aparición.
- Juan Rulfo: El célebre escritor de «Pedro Páramo«, con un breve rol.
- José Luis Cuevas: El reconocido pintor y dibujante, también forma parte del elenco.
- Arturo Ripstein: Quien se convertiría en uno de los directores mexicanos más importantes de su generación, participa con un pequeño papel.
- Leonora Carrington: La legendaria pintora surrealista, escritora y figura clave del movimiento surrealista en México, tiene una participación especial que añade un toque de misticismo y excentricidad a la cinta.
Y la joya de la corona en «En este pueblo no hay ladrones«: el propio Gabriel García Márquez, autor del cuento original, hace un breve cameo en la película. Esta participación directa de Gabo es un dato sumamente raro y valioso, ya que el escritor solía ser muy reacio a involucrarse en las adaptaciones cinematográficas de sus obras. Su presencia en el set y en pantalla subraya la importancia que le dio a esta particular transposición de su narrativa.
Aunque «En este pueblo no hay ladrones» no fue un éxito de taquilla en su momento, su valor ha crecido exponencialmente con el tiempo. Es considerada una obra fundamental en la filmografía de Alberto Isaac y una de las adaptaciones cinematográficas más fieles y logradas de la literatura de García Márquez. Su capacidad para fusionar el drama, la comedia y una aguda crítica social la mantiene relevante, ofreciendo un espejo de las contradicciones humanas y las tensiones sociales que, lamentablemente, persisten en muchas comunidades. Es, sin duda, una pieza esencial del cine mexicano que continúa invitando a la reflexión.
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Stephanye Reyes
Periodista (Carlos Septién García). Exploradora de la cultura alternativa y la disidencia. Lee mi columna para un análisis de derechos humanos e impacto social en la urbe. Hago fotografía de todo lo que mis miopes ojos ven: Ig: @bruja_amapola





