Rosa mexicano y más: la historia detrás de los colores que México le dio al mundo
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Rosa mexicano y más: la historia detrás de los colores que México le dio al mundo

México, una tierra vibrante y diversa, no solo ha enriquecido al mundo con su cultura, gastronomía y paisajes. Sino también con una paleta de colores distintiva y profundamente arraigada en su historia y tradiciones. Desde los tonos intensos del rosa mexicano hasta los verdes y azules mayas. Y el rojo de la grana cochinilla, cada color cuenta una historia de ingenio, herencia y arte. Entre los colores de México, el rosa mexicano es, quizás, el color más emblemático de la identidad cromática del país. No es simplemente un rosa; es un tono vibrante, casi fucsia, que evoca la alegría, la pasión y la vitalidad.

Rosa mexicano

Su origen se remonta a la influencia de la bugambilia, una flor omnipresente en el paisaje mexicano. Y a la visión del arquitecto Luis Barragán y el diseñador Ramón Valdiosera. Valdiosera, en particular, fue pionero en la promoción de este tono como un elemento distintivo de la moda y la cultura mexicana a mediados del siglo XX.

Él mismo acuñó el término «Rosa Mexicano» para describir esta tonalidad única, inspirada en los textiles tradicionales, los dulces típicos y la arquitectura colonial. Es un color que irradia calidez y optimismo, presente en los mercados, en la artesanía popular como el papel picado y la talavera. Y en los vibrantes murales que adornan las ciudades. Es un reflejo visual del alma festiva y acogedora de México.

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Colores de México: azul y verde maya

Por otro lado, los azules de la cultura Maya nos transportan a un pasado milenario. Revelando la sofisticación de una civilización que dominó el arte de la pigmentación. El famoso «azul maya» es un pigmento extraordinariamente duradero, una maravilla de la química prehispánica. No se trata de un simple azul, sino de una gama que va desde tonos celestes hasta verdes turquesa, todos ellos con una resistencia inusual al paso del tiempo y a las inclemencias del clima.

La fórmula de este pigmento, utilizada desde el periodo Clásico Temprano (aproximadamente 300 d.C.) hasta la Conquista, permaneció como un misterio durante siglos. Investigaciones modernas han revelado que se trata de una mezcla compleja de añil (indigofera suffruticosa) y palygorskita, una arcilla mineral, sometida a un proceso de calentamiento. Este pigmento además de ser utilizado en murales, cerámica y códices, también se usaba en ceremonias rituales, lo que le confería un significado sagrado.

El verde, igualmente importante, se obtenía de minerales como la malaquita y de pigmentos orgánicos, representando la fertilidad, la vida y el agua en la cosmovisión maya. Estos colores de México no solo embellecían sus creaciones artísticas, sino que también comunicaban profundas ideas sobre el universo y la existencia.

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Rojo mexicano de la grana cochinilla

Finalmente, el rojo de la grana cochinilla es un testimonio del valor económico y cultural que los recursos naturales de México tuvieron a nivel global. Mucho antes de la llegada de los españoles, los pueblos mesoamericanos ya cultivaban y utilizaban la Dactylopius coccus, un insecto parasitario que vive en los nopales, para producir un pigmento rojo carmesí de una intensidad y estabilidad sin igual. La grana cochinilla, cuyo cultivo y procesamiento era un arte ancestral, se convirtió en uno de los productos más valiosos que México ofreció al mundo tras la Conquista.

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Durante siglos, fue el segundo producto de exportación más importante de la Nueva España, solo superado por la plata, y revolucionó la industria textil en Europa. Este «oro rojo» tiñó las vestimentas de la realeza, las casacas militares, los tapices y las obras de arte, consolidándose como el color rojo más codiciado. La demanda era tal que la grana cochinilla impulsó redes comerciales globales y fomentó la innovación en la producción y el transporte. Aunque su popularidad disminuyó con la aparición de los tintes sintéticos en el siglo XIX, el rojo de la grana cochinilla sigue siendo un símbolo de la riqueza biológica y cultural de México, un legado que aún hoy se valora en la alta costura y la gastronomía artesanal.

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Vic Vertigo

Redactora con 5 años de experiencia en el periodismo. Reportera especializada en cultura alternativa. Lee mi columna para un análisis profundo de las subculturas, arte urbano y la escena disidente de la urbe.