El Centro de Investigación del Mar de Cortés en Mazatlán: brutalismo sustentable
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El Centro de Investigación del Mar de Cortés en Mazatlán: brutalismo sustentable

En la vibrante costa de Mazatlán, Sinaloa, ha surgido una imponente estructura que fusiona la arquitectura con el propósito científico. El Centro de Investigación del Mar de Cortés no es solo un edificio; es un faro de conocimiento y un guardián de la biodiversidad marina. Su imponente diseño, que parece emerger del suelo como una antigua ruina, es una pieza clave en la revitalización del Parque Central de la ciudad, demostrando que la arquitectura puede ser tanto funcional como una poderosa declaración artística. Este centro es la respuesta a la urgente necesidad de estudiar y proteger uno de los ecosistemas más ricos del planeta.

La construcción del centro, que forma parte del ambicioso proyecto del Gran Acuario Mazatlán Mar de Cortés, fue impulsada por la visión de la reconocida arquitecta mexicana Tatiana Bilbao. Su estudio fue el responsable de diseñar una obra que se inauguró en abril de 2023. La finalidad del proyecto era clara: crear un edificio que sirviera como un puente entre la naturaleza marina y el mundo humano. La construcción, que se asemeja a una ruina invadida por la naturaleza, es el resultado de un concepto imaginario: una edificación que se sumergió en el mar hace años y que, al emerger, trajo consigo la historia del ecosistema.

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Centro de Investigación del Mar de Cortés

Esta narrativa no solo es poética, sino que sustenta toda la función del Centro de Investigación del Mar de Cortés. La conexión del edificio con el brutalismo es evidente en su estética. El brutalismo, un estilo arquitectónico que se popularizó en el siglo XX, se caracteriza por el uso de concreto expuesto, formas robustas y una sensación de solidez y peso.

El diseño del Centro de Investigación del Mar de Cortés adopta estas características para crear una estructura que parece resistente al paso del tiempo e incluso al aumento del nivel del mar. La elección de este estilo no es casual; refleja la idea de un ente estático que alberga vida y que, con el tiempo, se transforma. El concreto, lejos de ser un material frío, se convierte en un lienzo sobre el que la naturaleza y la ciencia trabajan en armonía.

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Centro de Investigación del Mar de Cortés

El propósito de este centro va más allá de la mera exhibición. Su función principal es la investigación, la conservación y la educación. Sirve como una plataforma para que científicos, biólogos e investigadores estudien los procesos naturales y sociales del Mar de Cortés, también conocido como el «acuario del mundo». Los recursos obtenidos de las entradas al acuario se destinan directamente a las labores de este centro, garantizando la sostenibilidad de sus proyectos de investigación. El Centro de Investigación del Mar de Cortés no solo exhibe la vida marina; la estudia y la protege.

En sus laboratorios, auditorios y espacios educativos, se fomenta la conciencia sobre la biodiversidad, el cambio climático y la resiliencia de los océanos. El Centro de Investigación del Mar de Cortés es, en esencia, un compromiso tangible con la sostenibilidad. La obra de Tatiana Bilbao no es solo un acierto estético, sino un acto de responsabilidad ambiental, demostrando que la arquitectura puede ser una herramienta poderosa para generar conocimiento e inspirar un cambio positivo en el mundo.

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Stephanye Reyes

Periodista (Carlos Septién García). Exploradora de la cultura alternativa y la disidencia. Lee mi columna para un análisis de derechos humanos e impacto social en la urbe. Hago fotografía de todo lo que mis miopes ojos ven: Ig: @bruja_amapola