Linux es anarquismo digital. Como sistema operativo informático ha estado profundamente relacionado con lo que la anarquía representa. Ausencia de límites; disolución de confinamientos, tanto geográficos como ideológicos. El software de Linux, anarquista, de código abierto, libre (por confuso y extraño que parezca) es la piedra angular de su filosofía.
Gracias a su creación y su uso los anarquistas digitales han obtenido las herramientas necesarias para desafiar estructuras de poder; o bien, para idear y crear alternativas descentralizadas. El desarrollo de Linux se debe al esfuerzo de los fieles a los ideales del anarquismo digital, quienes han impulsado el crecimiento de una comunidad abierta y colaborativa que atesore la libertad, la transparencia y la autonomía.
Con la aparición de contraculturas, movimientos y grupos que cuestionaban la autoridad y buscaban nuevas formas de organización social, surgió en 1960 el anarquismo digital. Años más tarde, en1980, las redes informáticas impulsaron más la anarquía, y fungieron como un nuevo espacio para la experimentación y la colaboración colectiva.
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Linux surgió a principios de la década de 1990. El hacker finlandés, Linus Torvalds creó el proyecto, inspirado en el sistema operativo Unix, Torvalds creó un núcleo o kernel, de formato libre con la característica de ser modificable y distribuido libremente por cualquiera. El enfoque abierto y de colaboración real, genuina, es uno de los pilares del anarquismo digital, de ahí la comunión entre ambos movimientos.
LINUX y el uso de software libre
Linux ha sido una herramienta anarquista digital, y para anarquistas digitales. Su esencia es anarquía pura, cimentada en la crítica a las estructuras de poder centralizadas, yendo más allá del desuso de lo viejo al apostar por la búsqueda de alternativas descentralizadas, y sobre todo autogestivas. Por lo anterior, Linux permite crear y utilizar herramientas de comunicación, crear formas de organización, así como fomentar un activismo realmente desligado de gobiernos o corporaciones, lo que sin duda ha sido crucial para la difusión de las ideas.
Para Linux la coordinación de las acciones y la resistencia a la vigilancia y a la censura, son vitales. Los ideales del anarquismo digital impulsan y desarrollan más la red anarquisgta que representa Linux. La comunidad de desarrolladores de Linux está comprometida con la colaboración, la apertura y el compromiso que conlleva la tan anhelada libertad.
Este fenómeno cultural digital ha fomentado que Linux sea un sistema operativo versátil, adaptable y bien nutrido, utilizado por millones de personas alrededor del mundo. El anarquismo digital, en su simbiosis con Linux, se materializó ya en diversas aplicaciones prácticas como la comunicación descentralizada: El uso de software libre como Tor y Freenet, que ha permitido que los anarquistas digitales creen redes de comunicación seguras y anónimas, con la finalidad de escapar al control de las autoridades.
LINUX y el activismo digital
El activismo en línea resulta otra de las herramientas con grandes resultados, como Indymedia y Anonymous, acciones y movimientos que han facilitado la organización de protestas, la difusión de información objetiva y verídica, y la realización de actos de desobediencia civil en la red.
Otra aplicación práctica es que Linux funge como una de las alternativas económicas más eficaces, ya que se han desarrollado plataformas de comercio electrónico, descentralizadas y con criptomonedas como el Bitcoin, con el objetivo de promover la autonomía económica, a la par de desafiar al sistema financiero tradicional.
A pesar de la buena mancuerna entre el anarquismo digital y Linux, ambos movimientos se encuentran ante grandes retos. La anarquía social digitalizada adecuadamente debe enfrentar la vigilancia gubernamental, que va en ascenso; los intentos de las grandes empresas tecnológicas por concentrar el poder, y la dificultad de hallar e implementar alternativas descentralizadas.
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El futuro parece prometedor, tanto para Linux como para el anarquismo digital. La innovación constante en el desarrollo del software libre y de código abierto, aunado a la creciente conciencia sobre la necesidad de alternativas descentralizadas, son terreno fértil para la creación de nuevas herramientas y estrategias que nos permitan desafiar el status quo, para construir así una sociedad más justa y equitativa.
La tecnología y la filosofía pueden unirse en pro de la libertad, de la autonomía y la justicia social. A pesar de los desafíos que enfrentan, Linux y el anarquismo digital tienen la capacidad de transformar la sociedad. La posibilidad real de crear un futuro más democrático y descentralizado.
Stephanye Reyes
Periodista en deformación. Humana por imposición, bruja por elección. Ojos defectuosos pero talentosos. Hago fotografía de todo lo que mis miopes ojos ven: Ig:bruja_amapola