En la historia del diseño, hay nombres que resuenan con fuerza, pero también hay historias silenciadas, a menudo por prejuicios de género. Entre estas últimas, la de Marianne Brandt se alza como una de las más relevantes y, a la vez, una de las más ignoradas. Fue una visionaria, una pionera incansable y una de las figuras más importantes de la icónica escuela Bauhaus. Su talento para fusionar el arte con la producción industrial la llevó a crear diseños que son hoy verdaderos iconos, pero su lucha por el reconocimiento es una lección atemporal sobre la tenacidad y la justicia histórica.
Para entender la magnitud del trabajo de Marianne Brandt, hay que viajar al año 1923, cuando se unió a la Bauhaus en Weimar, Alemania. En una época en la que el arte y el diseño eran casi exclusivamente un campo de hombres, la Bauhaus se presentaba como una utopía de igualdad. Sin embargo, en la práctica, las mujeres eran a menudo redirigidas a talleres considerados «femeninos» como el de tejido. Marianne Brandt, con una visión clara y un talento innegable, se negó a aceptar el molde.
Con una determinación férrea, Brandt se convirtió en la primera y única mujer en ser admitida en el «Taller de los Metales», liderado por el influyente László Moholy-Nagy. No se limitó a ser una simple alumna; su habilidad y creatividad la llevaron a convertirse en la asistente de Moholy-Nagy. En 1928, alcanzó un hito histórico: tomó las riendas del taller, convirtiéndose en su directora. Este fue un acto de rebelión silenciosa y un testimonio de su genio, logrando lo que ninguna otra mujer había podido.
Las Mujeres de la Bauhaus: Pioneras en el Movimiento de Diseño

Funcionalidad y Vanguardia: La Revolución en Metal y su Lucha contra el Olvido
El genio de Brandt no se limitó a su tenacidad. Sus diseños capturaron la esencia del movimiento Bauhaus: la unión entre el arte y la industria. Ella creía en la producción en masa de objetos de alta calidad estética. Sus obras más famosas incluyen teteras, lámparas de mesa como la Kandem, y, por supuesto, su famoso cenicero. Estos diseños se caracterizan por sus formas geométricas, el uso de materiales industriales como el latón y el níquel, y una belleza que emana de su pura funcionalidad.
A pesar de su éxito y del impacto de sus diseños, la historia del arte y el diseño industrial no fue justa con Marianne Brandt. Durante décadas, su nombre fue opacado por sus colegas masculinos. Sus contribuciones fueron a menudo olvidadas o atribuidas a los hombres con los que trabajó, una historia de invisibilidad común para muchas mujeres pioneras en campos creativos. Es el destino que su cenicero, un ícono de diseño industrial, sea mucho más conocido que la mujer que lo creó. Su historia es una lección sobre la importancia de desenterrar a las figuras que han sido borradas de la narrativa dominante.
Además de su trabajo en metales, la creatividad de Brandt desbordaba cualquier categoría. A partir de 1926, mientras disfrutaba de un año sabático en París, también produjo una serie de trabajos de fotomontaje analítico o collage, demostrando su capacidad para explorar nuevas formas de expresión. Con estas piezas, se adentró en la crítica social y la experimentación visual, consolidándose como una artista completa y multidisciplinaria.
Las mujeres de la Bauhaus que revolucionaron la famosa escuela de diseño

El cenicero de Marianne Brandt que viajó en el tiempo: La reivindicación de Nathy Peluso
Y es aquí donde la historia de Marianne Brandt, un siglo después, se conecta de forma fascinante con la cultura contemporánea. En el videoclip de «Grasa» de Nathy Peluso, un objeto atemporal aparece en primer plano: su icónico cenicero. La aparición de la pieza en este contexto no es solo una coincidencia. Es una declaración. Al incluir este objeto de la vanguardia alemana de los años 20, Nathy Peluso no solo demuestra un ojo exquisito para la estética, sino que, reivindica a una de las maestras del diseño. La cuenta de Instagram undia.unaarquitecta menciona:
La cultura pop también puede ser feminista.
En su álbum GRASA, Nathy Peluso no solo canta: también pone en escena objetos creados por arquitectas y diseñadoras que marcaron la historia, aunque tantas veces fueron invisibilizadas.
LAS MUJERES OLVIDADAS POR LA ESCUELA DE LA BAUHAUS

Así es como la pieza de Marianne Brandt, junto a otras artistas, también opacadas por la historia, se convierte en un puente entre el pasado y el presente, conectando la lucha de una mujer pionera con la de una artista que también rompe moldes en su propio campo.
Quiénes fueron las mujeres arquitectas de la Bauhaus
(Información del último subtítulo tomada a partir de la publicación de la cuenta de Instagram undia.unaarquitecta)
Stephanye Reyes
Periodista (Carlos Septién García). Exploradora de la cultura alternativa y la disidencia. Lee mi columna para un análisis de derechos humanos e impacto social en la urbe. Hago fotografía de todo lo que mis miopes ojos ven: Ig: @bruja_amapola





