Turismo alternativo en Iztapalapa: caminata en el volcán Tetlalmanche al amanecer

En el corazón de la Sierra de Santa Catarina, sirviendo de frontera natural entre las alcaldías Iztapalapa y Tláhuac en la Ciudad de México. Se alza el Volcán Guadalupe, también conocido por su nombre náhuatl, Tetlalmanche. Este antiguo coloso extinto alguna vez formó parte de la intensa actividad volcánica que moldeó la cuenca del Valle de México. Actualmente un elemento distintivo del paisaje urbano y un espacio natural para millones de capitalinos.

El Volcán Guadalupe no es un destino turístico en el sentido convencional. Su «turismo alternativo» se manifiesta a una escala más local y comunitaria, centrado en el esparcimiento, la recreación y el contacto con la naturaleza para los habitantes de las colonias aledañas y de toda la Zona Metropolitana del Valle de México. Sin embargo los recorridos para explorarlo ya se abrieron también para visitantes extranjeros de todo el mundo. Por lo que las excursiones son dirigidas por los mismo habitantes de los barrios aledaños y de las rutas seguras para subir a la cima.

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La principal actividad que atrae a las personas al Volcán Guadalupe es el senderismo y las caminatas. Sus veredas y laderas ofrecen rutas que, aunque no siempre están señalizadas de manera formal, son bien conocidas por los residentes locales y por grupos de excursionistas. Ascender sus pendientes permite a los visitantes disfrutar de vistas panorámicas espectaculares de la Ciudad de México. Una experiencia que contrasta con la densidad urbana circundante y ofrece un respiro de la vida cotidiana. Los fines de semana, es común ver a familias, parejas y deportistas aprovechando sus espacios para el ejercicio y la convivencia.

Recientemente, ha habido un creciente interés por parte de iniciativas locales y pequeños operadores turísticos en promover un ecoturismo consciente y de bajo impacto en el Volcán Guadalupe. Por lo que de vez en cuando la misma alcaldía ha comenzado a ofrecer tours guiados que no solo facilitan el acceso seguro a sus cumbres, sino que también buscan educar a los participantes sobre la importancia ecológica de la sierra, fomentar la cultura ambiental y vincular a los visitantes con las comunidades locales. Estas experiencias pueden incluir actividades adicionales como la siembra de árboles o desayunos comunitarios, buscando una interacción más profunda y sostenible con el entorno.

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Cómo llegar al volcán Tetlalmanche

El acceso al volcán se facilita desde diversos puntos de Iztapalapa y Tláhuac. Las estaciones del Cablebús Línea 2, como San Miguel Teotongo, han mejorado la conectividad con las faldas del cerro en Iztapalapa, haciendo más accesible la entrada a algunas de sus rutas. Para las comunidades de Tláhuac, el acceso suele ser más directo desde las poblaciones que colindan con la sierra.

Esta una prominente estructura geológica posee una rica historia que se entrelaza con la evolución del paisaje y la presencia humana en la región. Aunque su actividad volcánica principal se remonta a miles de años, formando su característica silueta cónica, ha sido testigo de innumerables eventos geológicos y climáticos. Las culturas prehispánicas que habitaron sus faldas lo consideraban un elemento sagrado, dejando evidencia de su reverencia en mitos y posibles rituales. A lo largo de los siglos, el Tetlalmanche ha continuado su lenta erosión, modificando sutilmente su fisonomía, mientras que sus suelos volcánicos han enriquecido la tierra, propiciando la fertilidad de la región y sustentando la vida de las comunidades circundantes hasta la actualidad.