En 2011, Aaron Swartz utilizó el sistema informático de MIT para hackear a JSTOR, uno de los sistemas de almacenamiento de información académica más importantes del mundo. Su objetivo era simple: publicar los millones de documentos para que la gente tuviera acceso gratuito a la información. Sin embargo, Estados Unidos lo juzgó y lo condenó como si de un terrorista se tratara. Las consecuencias fueron más graves de lo que se imaginaban.
Este es uno de los casos más polémicos de ciber seguridad de todos los tiempos. Aaron Swartz se convirtió en un héroe así como un mártir. Las implicaciones de su caso son muchas pero siempre termina en lo mismo: la ignorancia y la ambición mata.
Para entender las repercusiones del caso Aaron Swartz hay que plantear dos escenarios muy importantes. El primero es la importancia de la libertad de información y la segunda es el tema de salud mental.
Medidas para aumentar la seguridad en línea en un mundo hiperconectado
Libertad de información
Para que el mundo pueda llegar a tener una mayor igualdad en cuanto a oportunidades, es necesario que los grandes logros académicos sean públicos y gratuitos. Aaron Swartz sabía esto y usó su inteligencia y privilegio para conseguir ese bien común.
JSTOR es uno de los gestores de estudios académicos más importantes del mundo. Sin embargo, para poder accedes a su catálogo de millones de artículos es necesario pagar por el privilegio. Esto lleva a que si hay alguien en condiciones de pobreza no pueda acceder a la información que probablemente podría servir de atajo para conseguir una educación mejor.
Es por esto que Aaron Swartz decidió hackear el sitio y descargar su contenido. Su meta final era crear una plataforma gratuita donde el público pudiera acceder y consultar sin costo alguno cualquiera de los artículos que de otra manera hubieran tenido que pagar.
Web 3.0: la nueva forma de internet que cambiará el mundo
Salud mental
Por otro lado está el tema de la salud mental. Es evidente que una persona que sufre de depresión lucha en contra de su propia mente día a día. Es por esto que el entorno en el que se desenvuelve es de suma importancia a la hora de lograr su supervivencia.
El estrés, las injusticias y cacerías de brujas suelen ser un detonador para ataques que pueden llevar a una persona a quitarse la vida, tal como fue el caso de Aaron Swartz.
Esto pasó un poco desapercibido mientras la historia de Aaron Swartz estaba en el ojo público. Sin embargo, también hay que cuestionarse acerca de la pobre gestión que tuvo el gobierdo estadounidense a la hora de cuidar la salud mental del hacker.
La tecnología que hace la vida más fácil en el siglo XXI
Caso Aaron Swartz
Ahora sí, llegó la hora de hablar del caso penal. Resulta que al percatarse de que habían sido vulnerado, JSTOR, levantó una denuncia penal por el robo de información. Es así como el 19 de julio de 2011, Aaron Swartz fue arrestado acusado de crimen cibernético y violar los términos y condiciones de JSTOR.
La «justicia» amenazó a Aaron Swartz con encerrarlo por mucho tiempo. Él se declaró inocente e incluso devolvió el material extraído de JSTOR. Sin embargo, al parecer Estados Unidos quería usarlo de ejemplo y no cedió a reducir los cargos.
Al no ver salida aparente, en enero de 2013, Aaron Swartz se quitó la vida.
Teorías tras la muerte de Aaron Swartz
Es evidente que la muerte de un activista en custodia del gobierno estadounidense siempre crea suspicacia. El hecho de que el propio Aaron Swartz haya sido fundamental a la hora de luchar contra la Ley SOPA, hizo que el público se preguntara si se trataba de una venganza por parte del Estado.
Es posible que sí, aunque la muerte del hacker no fuera planeada. Probablemente querían mandar un mensaje a la comunidad cibernética de que con el gobierno no se juega. Este mensaje era: nos atacas, te mandamos a la cárcel.
Sin embargo existía un factor que no habían tomado en cuenta: la salud mental del propio Aaron Swartz. Muy probablemente su suicidio fue consecuencia de la cacería y la dureza con la que el gobierno lo trató.
Conclusión
El caso de Aaron Swartz puso en evidencia el miedo que tenía Estados Unidos a la comunidad del internet. Pero también denotó la poca atención que se le pone a la salud mental dentro del sistema. Para ellos, se trataba de un terrorista más, ignoraron los síntomas y provocaron directamente su muerte.
aaron Swartz fue un héroe cibernético, uno que hay que recordar por siempre como la primera víxtima pública del miedo al internet.
Ruy Martínez
Músico de profesión; periodista de oficio. Reportero en Indie Rocks! y donde se me invite. Lector activo. Amante de el cigarro y la buena (y mala) cerveza.
