Gerardo Murillo Coronado, mejor conocido como «Dr. Atl«, fue en vida un apasionado por la vulcanología. Doctor en filosofía, caricaturista, ensayista y periodista. Inspirado en la belleza natural de los volcanes, el pintor logró destacar en su época por trazos perfectamente reconocibles, con los que recreaba el poder y la majestuosidad de algún volcán que atrajera su peculiar mirada. Dr. Atl fue el pintor vulcanólogo amante del Popocatépetl.
Hombre mito, curioso al grado de la inquietud enfermiza de pensar en mucho y hacer de todo. La pintura de Dr. Atl plasmaba una actitud crítica ante la vida misma. La erupción de emociones, la majestuosidad de una vida dedicada al arte.
El pintor enamorado de los volcanes, manifestaciones caprichosas de la naturaleza. Al igual que el activismo político que le caracterizó. Quizá por el mero capricho de abrir la boca, o por la rebeldía visual de soltar el trazo.
LOS PINTORES MEXICANOS MÁS IMPORTANTES EN LA HISTORIA DEL ARTE
Poseer una mano inquieta no debe ser cosa fácil. Al sobrevivir a una tormenta en barco en un viaje de Veracruz a Europa, Gerardo fue bautizado con el nombre del agua. Atl en náhuatl.
Su toque preciso, fue sin duda el de un cirujano. Fluyó cual ser del agua. Se volvió el curandero de las pinturas volcánicas. La mano de cirujano artístico le dio vida al alter ego: Dr. Atl cobraba vida.
Su serie de obras dedicadas a volcanes nacientes, lo volvieron el gran Dr Atl, pintor vulcanólogo amante del Popocatépetl y del Paricutín. Se dice que no se percibía ni la menor señal de miedo por fumarolas, emisión de gases o pequeñas erupciones.
De seguir con vida, seguramente sus pinturas estarían en internet. Figuraría nuevamente el Dr. Atl, con muchos retratos del Popocatépetl, a la par de todas las fotografías sobre la actividad reciente de Don Goyo. Sólo que la vieja amistad con el milenario volcán le concedería el favor de plasmar más de cerca.
PELÍCULAS SOBRE PINTORES QUE REVOLUCIONARON LA HISTORIA DEL ARTE
Ni siquiera al perder una pierna después de una expedición, la pasión de Dr. Atl disminuyó. Por el contrario, se acrecentó al grado de crear el “aeropaisaje”, al sobrevolar las montañas incandescentes en helicóptero, para poder así pintarlas fielmente.
Del Paricutín realizó un registro sumamente detallado del día a día de su evolución. Dr. Atl Acompañó, cual padre, el crecimiento del objeto de su amor. Lo que dio como resultado el libro «Cómo nace y crece un volcán«, volumen que reeditó El Colegio Nacional en 2018 con motivo del 75 aniversario del nacimiento del cráter.
Su persona recuerda cómo debe de ser el arte: Política, natural, inestable, inflamable. El fuego interno del paisajista se apagó el 15 de octubre de 1964, 89 años después de que brotara la primera flama. Su obra pictórica será la prueba de cómo el agua a temperaturas altas, templada, suele hervir, pero jamás secarse. De cómo el toque del cirujano creador de los «Atl colors«, pastas duras compuestas de cera, resina y petróleo, provenientes de los minerales de la misma tierra, pudo plasmar lo vívido de una llama que no muere.
LAS PINTURAS MÁS FAMOSAS DEL ARTE MEXICANO
Stephanye Reyes
Periodista en deformación. Humana por imposición, bruja por elección. Ojos defectuosos pero talentosos. Hago fotografía de todo lo que mis miopes ojos ven: Ig:bruja_amapola
