En un momento de profundos cambios, la Iglesia Anglicana de Gales ha escrito un nuevo capítulo en su historia. En una votación que duró dos días, el Colegio Electoral eligió a la reverenda Cherry Vann como su próxima arzobispa. Rompiendo con una tradición de 14 arzobispos hombres y marcando un avance significativo hacia una iglesia más inclusiva y moderna. Este nombramiento es histórico por convertirla en la primera mujer en ocupar el cargo de arzobispa en el Reino Unido. Pero también por ser la primera líder abiertamente lesbiana en la comunión anglicana.
El camino de Vann no ha sido sencillo. A sus 66 años, la nueva líder anglicana compartió en una entrevista con The Guardian cómo, durante décadas, tuvo que mantener su sexualidad en secreto. El miedo a las consecuencias y al rechazo institucional la llevó a ocultar su relación con su pareja, Wendy Diamond. Con quien ha compartido 30 años de vida. “Durante años mantuvimos nuestra relación en secreto porque me preocupaba despertarme y encontrarme en la portada de un periódico”, confesó Vann. Su viaje es un testimonio de su fe inquebrantable, ya que asegura que, sin la convicción de que Dios la había llamado al sacerdocio, “no habría sobrevivido”.
Qué dice la profecía de San Malaquías sobre el último Papa

La trayectoria de Cherry Vann, marcada por la lucha y la resiliencia
El nombramiento de Cherry Vann se produce en un contexto institucional complejo, marcado por el escándalo que llevó a la dimisión del anterior arzobispo, Andy John. En este panorama, la prioridad de la nueva líder es la “sanación y la reconciliación”. Su experiencia en la Iglesia de Gales, donde se permite al clero estar en uniones civiles del mismo sexo, contrasta con la rigidez de la Iglesia de Inglaterra, donde se espera que los clérigos gays permanezcan célibes. En 2020, cuando Vann se unió a la Iglesia de Gales como obispa de Monmouth, finalmente pudo revelar públicamente su unión civil, un acto que otras colegas en Inglaterra no se atrevieron a hacer por temor a las represalias en su carrera.
La lucha por la aceptación no es nueva para Vann. En la década de 1990, cuando se convirtió en una de las primeras mujeres sacerdotisas en Inglaterra, enfrentó una gran hostilidad. «Había mucha maldad; los hombres estaban enojados, se sentían traicionados”, recordó. Junto a otras sacerdotisas, se mantuvo firme en su fe, una resiliencia que espera que sirva de ejemplo para el actual debate sobre la sexualidad dentro de la Iglesia. Su esperanza es que, con el tiempo, la Iglesia pueda “amar a los demás en Cristo” a pesar de los desacuerdos.
Sinead O’Connor vs. el Papa Juan Pablo II: el escándalo

Reacciones al nombramiento de Cherry Vann
La entronización de la arzobispa Vann este otoño, con sus vestiduras rojas y doradas en la catedral de Newport, marcará el comienzo de una nueva era. Su nombramiento, aunque ha sido calificado de «trágico» por algunos grupos conservadores. Ha recibido una cálida bienvenida de docenas de otras confesiones y iglesias. Cherry Vann no se preocupa por si su elección es vista como algo simbólico; su enfoque principal es el trabajo pastoral. Una labor que ha sido la guía de su vida y que la ha llevado a ser una voz para las comunidades excluidas.
Vic Vertigo
Redactora con 5 años de experiencia en el periodismo. Reportera especializada en cultura alternativa. Lee mi columna para un análisis profundo de las subculturas, arte urbano y la escena disidente de la urbe.





