Rufino Tamayo: reinventando el muralismo mexicano
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Rufino Tamayo: reinventando el muralismo mexicano

Aunque al pensar en la obra de Rufino Tamayo normalmente nos viene a la cabeza su labor como pintor de caballete, la realidad es que este gran artista oaxaqueño pintó veinte murales. Además, su técnica renovó para siempre el muralismo mexicano.

Quizás algo que dañó a Tamayo fue el hecho de no concordar con el discurso oficialista de la época. Esto le provocó que los grandes «muros» de la Ciudad de México le fueran negados y fueran dados a sus contemporáneos Rivera, Siqueiros y Orozco.

Sin embargo esto no duró para toda la vida. En los años 50 su obra en los murales fue reconocida de manera internacional. Fue contratado para ilustrar muros en ciudades extranjeras como Houston, París o Nueva York. Esto provocó que se le reclutara para pintar Bellas Artes y el Museo de Antropología.

Estos son los murales más importantes y poco conocidos que realizó Rufino Tamayo durante su producción artística en México:

Revolución (1938)

Uno de los primeros murales de Rufino Tamayo fue realizado en el Museo Nacional de las Culturas en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Aquí, Tamayo decidió inspirarse en ‘La Trinidad Proletaria’ de José Clemente Orozco para su mural ‘Revolución’. Esta obra muestra una rebelión de obreros y campesinos contra burgueses, donde los primeros empuñan un martillo y un fusil en un escenario sombrío.

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Dualidad (1964)

Quizás el mural más visible de Tamayo es ‘Dualidad’, creado como un encargo para la inauguración del Museo Nacional de Antropología en 1964.

Después del paisaje cósmico que el artista plasmó en ‘El Día y la Noche’, Tamayo retomó la dualidad prehispánica que da orden y sentido al Universo a partir de la lucha entre dos de las principales deidades nahuas. Este mural se en el mito cosmogónico que enfrenta a Quetzalcóatly Tezcatlipoca.

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Rufino tamayo

El Canto y la Música (1964)

La representación de lo indígena y las artes comprende varios muros de la que en otro tiempo fuera la Escuela Nacional de Música. Se trata de una de las joyas escondidas de Tamayo.

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Tamayo

Nacimiento de nuestra nacionalidad (1954)

Junto con ‘México de Hoy’, se trata de uno de los dos murales que fueron comisionados al artista oaxaqueño para pintar los muros oriente y poniente del Palacio de Bellas Artes. Creando un contraste entre el estilo pictórico del muralismo mexicano y el arte conceptual y simbólico de Rufino Tamayo.

En ‘Nacimiento de nuestra nacionalidad’, el artista plasmó su visión personal de la Conquista. Con profundos cambios sociales que produjo. Además, el violento choque entre la cultura occidental y las culturas prehispánicas. Esto dio como resultado la invención de la mexicaneidad.

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Rufino Tamayo

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Ruy Martínez

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