King Gizzard & the Lizard Wizard (KGLW), había retirado su música de Spotify en protesta por las inversiones en tecnología militar de IA y la inequidad en los pagos por reproducción.
Menos de seis meses después, el grupo australiano fue víctima de su propia crítica: contenido falso, generado por inteligencia artificial, fue subido a la plataforma bajo su nombre. La suplantación de la King Gizzard & the Lizard Wizard se ha convertido en el ejemplo perfecto de la batalla ética de los artistas indie contra la monetización del algoritmo.
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La controversia de su suplantación se entiende mejor en retrospectiva. En julio de 2025, King Gizzard & the Lizard Wizard, conocida por su ética DIY y su militancia, retiró su extenso catálogo de Spotify.
La protesta se dirigió a las inversiones de Daniel Ek, CEO de la plataforma, en la compañía de tecnología militar con IA, Helsing. La banda, con su acción, declaró su negativa a participar en un ecosistema que financia la guerra y la automatización bélica.
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La identidad de King Gizzard & the Lizard Wizard al descubierto
La suplantación fue detectada gracias a la «policía fan» de KGLW. Dada la naturaleza prolífica de King Gizzard & the Lizard Wizard (más de 25 álbumes), sus seguidores notaron rápidamente la adición de nuevas canciones con títulos extraños y un sonido que imitaba el garage rock y psicodélico característico, pero que carecían de la complejidad y la instrumentación humana de la banda.
Los fans concluyeron que se trataba de grabaciones generadas por IA, diseñadas para capturar streams y monetizar la identidad del grupo, revelando la vulnerabilidad de la plataforma frente a los bots musicales.
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La reacción de Stu Mackenzie
La aparición del clon de IA, llamado «King Lizard Wizard«, se sintió como una burla directa a la protesta ética de Mackenzie. En una respuesta que se viralizó rápidamente en redes sociales y medios de comunicación, el frontman expresó la frustración de muchos artistas: «Estoy tratando de ver la ironía en esta situación… Pero en serio, wtf, estamos verdaderamente condenados».
Esta cita resume el sentimiento de indefensión ante una tecnología que no solo amenaza los derechos de autor, sino que se burla de las posturas éticas de los creadores como los miembros de King Gizzard & the Lizard Wizard.
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El futuro del arte Indie frente a la suplantación
El caso de suplantación de King Gizzard & the Lizard Wizard pone sobre la mesa el desafío más grande para los artistas independientes. Al crear contenido falso para generar streams, la IA no solo roba ingresos a los artistas genuinos, sino que satura las plataformas, dificultando al público la búsqueda de música real.
KGLW, que opera bajo una licencia abierta y anima a sus fans a usar su música, ahora enfrenta una paradoja: su propia generosidad y el volumen de su obra facilitan la acción de los spammers de IA. El caso es una advertencia sobre el control de identidad en la era digital.
Stephanye Reyes
Periodista (Carlos Septién García). Exploradora de la cultura alternativa y la disidencia. Lee mi columna para un análisis de derechos humanos e impacto social en la urbe. Hago fotografía de todo lo que mis miopes ojos ven: Ig: @bruja_amapola





